¿CÓMO LEEN LOS LECTORES EFICIENTES?

Los lectores eficientes leen el material aproximadamente de 3,  4, 5,…10 o 20 veces más rápido que el lector medio.

·     En principio, tienen un movimiento de ojos suave y rítmico mientras van avanzando a lo largo del material, con pocas regresiones - o relecturas del material. Sus ojos siempre están en el lugar previsto, en vez de ir vagando por la página.

·     También tienen una amplia zona de enfoque  sobre las palabras

·     Además han reducido su nivel de subvocalización- decirse a ellos mismos la palabra- a un mínimo.

·     Los buenos lectores también tienen un enfoque flexible, sistemático y “ad hoc” para muchos tipos diferentes de material, así como buena concentración y memoria. No podemos leer todo a la misma velocidad. Las exigencias son mayores, por ejemplo, si el vocabulario es nuevo o si tienes unos conocimientos previos de la materia bastante limitados. Además, el material puede estar deficientemente estructurado o escrito. Cualquiera de estos problemas puede motivar un cambio en tu velocidad de lectura.

Una de las primeras diferencias que notarás, según vayas haciéndote un lector más eficiente, es que en vez de leer a una velocidad, irás cambiando tanto la velocidad como la técnica, de acuerdo con la dificultas del material al que te enfrentes, y de la finalidad que persigas con tu lectura.

Si reconoces en tus propias experiencias de lectura la ausencia de alguno de los hábitos precedentes, ¡enhorabuena! Acabas de dar una gran paso hacia la identificación de los motivos que te hacen leer despacio.

EL LECTOR INEFICIENTE
El lector ineficiente, en cambio, lee palabra por palabra. Centra sus ojos en cada palabra porque teme que si no absorbe todas y cada una de ellas va a perder algo. El lector ineficiente es por naturaleza muy detallista en todo lo que hace y siente que leyendo palabra por palabra va a sacar el máximo beneficio de lo que lee. Cree que leer despacio aumentará la comprensión y concentración. 

Desafortunadamente esto no es así. Tu concentración se debilita pronto y pierde interés por lo que está leyendo. Este tipo de lectura se convierte en algo aburrido, tedioso, y los libros pasan a ser tu mayor enemigo.

El lector ineficiente se concentra tanto en cada palabra que pierde las ideas y conceptos importantes que el autor busca transmitir. Se podría decir ‘no ve el bosque’ porque está muy ocupado en mirar ‘los árboles’.

Los ejercicios de lectura veloz y búsqueda de ideas centrales te ayudarán a cambiar de hábitos y desarrollar mayores habilidades para la lectura. Aprenderás rápidamente a buscar ideas importantes y detalles significativos, en vez de concentrarte en palabras individuales. Te divertirás con la lectura y logrará tus metas con eficiencia.

¿Sabe tú leer eficazmente? 
La pregunta no resulta obvia si se piensa que hace cincuenta años que Psicólogos y Pedagogos están estudiando los mecanismos de la lectura y los medios para mejorarla

La Lectura Dinámica produce resultados extraordinarios. Investigaciones realizadas en los laboratorios de psicología experimental, han permitido comprobar que mediante ejercitaciones especiales, todas las personas pueden modificar su velocidad de lectura y su comprensión de lo leído. Esto se logra desterrando antiguos malos hábitos de lectura, incorporando nuevas técnicas, agilizando la capacidad de percepción del ojo, y coordinando esa nueva capacidad visual con la capacidad de elaboración mental.

El hombre de la Edad Media, jamás superó la velocidad de 35 kilómetros por hora en sus precarios carruajes. Su capacidad de lectura era de 100 palabras por minuto y su comprensión y retención eran escasas.

Hoy el hombre usa trajes espaciales, se precipita a razón de 30.000 kilómetros por hora a la conquista del universo. Sin embargo, su sistema de lectura es similar al de la Edad Media... sigue leyendo a razón de 150 palabras por minuto.

La ejercitación es la base del método de Lectura Veloz o Dinámica, que puede adquirirse a través de dos o tres meses, según el número de horas que se dedique a su práctica. Podríamos decir que en tres meses (a razón de una hora diaria de ejercitación) se puede desde duplicar hasta decuplicar la velocidad habitual, con un aumento considerable en la comprensión.

Antes de introducirnos en la mecánica de la lectura, y las técnicas para desterrar malos hábitos y convertirnos en lectores super-eficientes, conviene que demos un vistazo a las habilidades de los lectores maduros.